Seguro que muchos de vosotros tenéis algún animal de compañía. Lo más normal es un perro pero ahora está de moda entre los susodichos tener un Yorkshire. Esos animalitos pequeños y cariñosos, tan monísimos cuando son pequeños que te los comerías y monos cuando ya son grandes. Son una verdadera delicia tenerlos en los brazos, acariciarlos, etc.
Pues yo los odio a muerte (sí, sólo os hacía la cama para decirlo). Son los más pesados del mundo, no me paran de ladrar mientras trabajo. Son osados y a la vez cobardes (la mayoría). Y pensaréis... ¿porqué dice ahora todo esto? Pues porque son así todos, lo que pasa que con tanta "ternura" todos pasan por alto ese aspecto, o es que tú no tienes que estar riñendole para que deje de ladrar cada vez que pasa alguien por la calle ya sea cartero, butanero, barrendero, etc.
Muchos os preguntaréis de en qué me baso para afirmar eso. Pues os contaré un par de anécdotas para que me entendais y os riais si queréis de camino.
Hace ya algunos meses estaba yo barriendo la calle Pablo Picasso allá por el número 14 y venían para abajo madre e hija (a cual más atractiva) con su chuchoshire de los co*****. El muy osado pues llegó ladrando como un poseso. Yo le "reí" la gracia hasta que en una de esas se me avalanzó y me mordió en la pierna. Ella (la hija, preciosa XD) al ver que me había atacado me dijo "¿Te ha mordido? Haberle dado una patá". Yo para no parecer brusco ante la abrumadora belleza de ambas pues contesté que sólo me había mordido el pantalón y que aún así, si le daba una patada con mis zapatos de punta de acero pues seguramente tendrían entierro en un par de días XD.
Ahi teneis uno de los motivos de porqué los odio. Ademas, tengo otra anécdota que os voy a contar también con otro jamonyork de estos. Este fue barriendo (como siempre) la calle Libertad con calle Contrito. Ese perro también me ladraba pero sólo cuando le apetecía, o al menos era listo para saber cuándo podía hacerlo.
Pues resulta que la dueña estaba en la calle hablando con no sé quién y dejó la puerta abierta. El chucho salió como quién no quiere la cosa calladito y sin mencionar ladrido alguno se me avalanzó y me mordió en la pierna izquierda. Yo le llamé la atención a la señora para que manejara al perro y tuviera más cuidado mientras que éste, dió la vuelta a una moto que había justo dónde yo estaba y me mordió en la otra. Ya me giré y el perro salió por patas. Yo obviamente ya molesto le dije a la señora que la próxima o tuviera más cuidado o simplemente al acercarseme lo pateaba. La mujer perpleja ante lo que había hecho su chuchoperro pues no contestó pero asintió con su cabeza.
Bueno, no me diréis que después de esto le voy a tener apego a cualquier chucho asqueroso de esta raza. Es más, tengo a uno fichado y en cuanto me muestre algo de agresividad cuando esté suelto os aseguro que le indiño delante de la dueña haber qué me dice encima...
Así que no os fieis de esa carita tan mona y ese cuerpecito enano que tienen más mala leche que un quebrao...
